Hoy iniciamos el tiempo de Adviento. Adviento significa "venir, llegada". Es el tiempo litúrgico en el que esperamos la venida del Señor Jesús.
La palabra esperar (quedarse en un lugar hasta que llegue una persona u ocurra una cosa) viene del latín sperare = "tener esperanza".
Es un tiempo de esperanza en la contingencia y los retos que ha traído.
Hoy más que nunca estamos llamados a tener la esperanza puesta en Jesús y Su Palabra; hoy más que nunca estamos llamados a despertar del miedo, el egoísmo, la indiferencia, el individualismo, el materialismo y muchas situaciones más; hoy más que nunca somos conscientes de qué el tiempo no es oro, el tiempo es vida.
Por eso, te invito a vivir este tiempo con esperanza y alegría. Entre las incertidumbres y retos que hoy tenemos, también, hay certezas y quiero centrarme en 2:
1.- La certeza de que un día voy a morir, no sé el día ni la hora ni el cómo, pero, si puedo decidir como vivir. Por eso, quiero vivir intensamente este tiempo de Adviento y esta Navidad. Cuando digo intensamente no me refiero a las prisas y las compras, me refiero a disfrutar cada día desde lo más simple; preparar la comida y poner una mesa linda para mi familia, jugar con los chicos, ver una película y comentarla, tener largas charlas, llamar a quienes amo y extraño, orar a solas y en familia, arreglar la casa, reír y llorar... vivir!
2.- Una de las virtudes teologales es la esperanza. Entre las noticias y la realidad de nuestro país parece que no hay motivos para tener esperanza. Sin embargo, en Dios está nuestra esperanza; hoy decido esperar, tener esperanza en que saldremos mejor; esperanza en la vida eterna donde volveré a abrazar a quienes se han ido; esperanza en que "todo sucede por el bien de los que aman al Señor"; esperanza en que la muerte no tiene la victoria; esperanza en que Dios puede transformar mi forma de pensar y mi corazón; esperanza en que todavía hay personas buenas; esperanza en el futuro de mis hijos.
¡Te invito a vivir este Adviento como nunca! Algunos podrán decirme "suena fácil". Sé que hay circunstancias dolorosas que estamos pasando pero hoy más que nunca necesitamos "esperanza". Pidamos la gracia de la esperanza y motivemos a nuestra familia, empezando por nosotros.
Hoy empecemos con lo sencillo, arreglemos y decoremos nuestro hogar, oremos juntos para encender la 1a. vela de la corona de Adviento y despertemos la esperanza que hay nuestro corazón.
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